Andalucía guarda un lugar secreto, abundante en montañas, bosques y ríos, que sorprende a todo el que lo visita. Hablamos del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, un rincón del nordeste de la provincia de Jaén donde la naturaleza se muestra exuberante y con una fuerza abrumadora. En efecto, este impresionante espacio protegido, el más grande de la península ibérica, abarca más de 209.000 hectáreas. Dentro de dicha extensión reúne un mosaico de paisajes que combina un relieve con profundos valles, altas cumbres, saltos de agua y densos pinares que parecen salidos de una película ambientada en la Edad Media.

Nada más adentrarse en este entorno, el visitante siente el impacto visual de sus agrestes formaciones rocosas, con paredes escarpadas alzándose como fortalezas naturales. Desde lo más alto, se divisan valles tapizados de verde, recorridos por una red de ríos y arroyos que dan vida a una biodiversidad única. En este parque encontramos el nacimiento del Segura y el Guadalquivir, dos de los ríos más importantes del sur de España y que son parte del atractivo turístico de la zona.

Una semblanza del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas

En síntesis, el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas fue declarado como tal el 28 de julio de 1989. Desde entonces, se ha consolidado como un referente del ecoturismo en nuestro país. Su localización estratégica, entre el sector oriental de Sierra Morena y el Sistema Subbético, lo convierte en uno de los principales nudos hidrográficos de la geografía española. Abarca 23 municipios jiennenses, como Cazorla, La Iruela, Beas de Segura, Segura de la Sierra o Santiago-Pontones. Todos ellos tienen un fuerte vínculo con el entorno natural que los rodea.

Entre sus cumbres, destacan montañas como el pico Empanadas o el Cabañas, ambos por encima de los 2.000 metros de altitud. Mientras que el monte Yelmo, más accesible, se ha ganado fama como lugar privilegiado para la práctica del vuelo libre gracias a sus vistas inmejorables. 

Por cierto, uno de los grandes encantos del parque es su riqueza ecológica. Bosques de pinos laricios, carrascos y negrales dominan el paisaje, mezclados con encinas, robles y arces que ofrecen un espectáculo cromático diferente en cada estación del año. Más aún, es fácil encontrarse con ciervos, gamos, jabalíes e incluso cabras montesas, que campean libres por las laderas. En los cielos, sobrevuelan majestuosas aves rapaces como el buitre leonado o el águila real. 

Por si fuera poco, este espacio natural alberga decenas de especies únicas, como la violeta de Cazorla o la lagartija de Valverde, exclusivas de este enclave. Un verdadero paraíso para biólogos, senderistas y amantes de la naturaleza en general.

¿Qué puedes hacer en el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas?

Por supuesto, el parque ofrece un sinfín de posibilidades para quienes buscan contacto directo con la naturaleza. Desde rutas de senderismo que atraviesan parajes espectaculares como el sendero del río Borosa, hasta travesías en bicicleta por pistas forestales que conducen a lugares tan emblemáticos como los nacimientos del Guadalquivir o del Segura.

Los más atrevidos pueden optar por el rafting, la escalada o el descenso de barrancos, especialmente en zonas como la Cerrada del Utrero o Riogazas. Y para quienes prefieren una experiencia más tranquila, existen rutas guiadas en 4×4 que permiten explorar rincones de difícil acceso, como la Laguna de Valdeazores, siempre acompañados de guías expertos que desvelan los secretos del entorno.

El Guadalquivir y su valle: el alma del parque natural

El Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas guarda un tesoro que fluye entre montañas y bosques: el nacimiento del Guadalquivir. Pero este río es mucho más que un cauce de agua. Ciertamente, es la columna vertebral de uno de los paisajes más espectaculares del sur peninsular, donde confluyen tradición, vida salvaje y naturaleza en estado puro. A lo largo del valle que lo acoge, se despliega una sucesión de parajes que atrapan la atención de todo aquel que decida explorar este rincón de Jaén.

Este corredor natural sirve como nexo entre dos grandes áreas del parque: la Sierra de Segura, al norte, y la de Cazorla, al sur. Por eso, no es de extrañar que en este tramo se concentren muchas de las rutas más conocidas, junto a instalaciones turísticas históricas que fueron pioneras en el desarrollo del ecoturismo en Andalucía. Aquí se vive al ritmo pausado del río. Precisamente, esa calma es la que permite descubrir cada uno de sus rincones con la atención que merecen.

Sin duda, caminar a la vera del Guadalquivir es una experiencia que ofrece sorpresas constantes. Cientos de arroyos y riachuelos descienden desde las alturas y alimentan al gran río andaluz. Entre ellos, destacan dos auténticas joyas del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas: el río Aguamulas y el río Borosa. Este último, protagonista de una de las rutas de senderismo más conocidas de todo el parque, lleva a los caminantes desde la Cerrada de Elías, con sus pasarelas de madera junto al agua, hasta los parajes de Las Banderillas, casi 2.000 metros sobre el nivel del mar.

Historia y naturaleza en contexto

Ahora bien, si el visitante llega en un año generoso en lluvias, encontrará un paisaje aún más sobrecogedor en las inmediaciones del Embalse del Tranco. Este pantano es mucho más que un espejo de agua rodeado de montañas: es un punto estratégico desde el que disfrutar de algunas de las estampas más inolvidables del parque. En otoño, los bosques se estremecen con un profundo bramido: es la berrea del ciervo durante el celo de esta especie. Dicho evento natural puede escucharse cada noche en lugares como la pista que une los Llanos de Arance con el Cortijo de las Ánimas.

Muy cerca del embalse encontramos el Parque de Fauna Silvestre Collado del Almendral. En este espacio, familias y amantes de la naturaleza pueden ver de cerca ciervos, cabras montesas y gamos en régimen de semilibertad. Un plan perfecto para grandes y pequeños, al que se suma el atractivo histórico del lugar, ya que fue escenario de grabaciones de la célebre serie El Hombre y la Tierra, del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente.

En esta misma zona, encontrarás el Centro de Interpretación Torre del Vinagre, que incluye un jardín botánico con especies autóctonas y espacios expositivos donde conocer más a fondo la riqueza ecológica del parque. Visitarlo es una excelente forma de contextualizar todo lo que se ve y se siente al recorrer estas sierras.

Por otro lado, una parada que conecta pasado y presente es la presa del Tranco. Esta es una colosal obra de ingeniería que desde mediados del siglo XX regula el caudal del Guadalquivir. 

Tesoros culturales en el corazón de la sierra

El Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas no es solo naturaleza exuberante: es también un viaje por siglos de historia. Restos arqueológicos, castillos medievales, iglesias, villas romanas y callejuelas que aún conservan el alma de épocas pasadas, forman parte del patrimonio cultural de este entorno. A continuación, mencionaremos solo algunos de los lugares más emblemáticos que puedes visitar:

Para empezar, te sugerimos acercarte al conjunto histórico de Hornos. Este pequeño pueblo de origen remoto guarda vestigios desde la prehistoria y que ofrece vistas imponentes sobre el embalse. 

Uno de los enclaves más destacados es la Villa Romana de Bruñel, situada en Quesada. Allí se hallan restos que abarcan desde una necrópolis ibérica hasta construcciones de época romana (siglos II al IV d. C.). El yacimiento se alza sobre una loma tranquila, rodeado de naturaleza, a escasos kilómetros del núcleo urbano.

Asimismo, el propio casco antiguo de Quesada merece una visita detenida. En sus calles se respira la huella de diferentes civilizaciones: desde los visigodos hasta los árabes. El Arco de los Santos, el Arco de la Manquita de Utrera o la Iglesia de San Pedro y San Pablo son solo algunos de los rincones que hablan de su pasado. Además, aquí nació el padre de Josefina Manresa, la viuda del poeta Miguel Hernández, y se conserva un rincón poético dedicado al autor.

Ya en Cazorla, uno de los municipios más conocidos del parque, se alza majestuoso el Castillo de la Yedra, construcción defensiva de origen bereber que más tarde fue ampliada por los castellanos. En su interior, el visitante puede recorrer el Museo de Artes y Costumbres Populares del Alto Guadalquivir

El mejor alojamiento para disfrutar del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas

Como ves, entre montañas, ríos, fauna salvaje y vestigios de antiguas culturas, el parque natural que nos ocupa se revela como un destino que lo tiene todo. Un lugar donde la naturaleza y la historia conviven, regalando al visitante experiencias únicas en cada rincón.

Si estás planeando una escapada a este entorno maravilloso, El Pinar de la Lobera es el lugar perfecto para alojarte. Ubicado a 1.500 metros de altitud, este complejo rural se encuentra en una finca privada de 250 hectáreas, dentro del Parque Natural Sierra de La Sagra y muy cerca del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Allí, disponemos de tres casas con piscina, rodeadas de pinos, silencio y aire puro. Cada una ha sido diseñada con una decoración cuidada hasta el último detalle, creando espacios acogedores y confortables donde te sentirás como en casa. Contáctanos y reserva tu alojamiento en plena naturaleza.

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